La gran mayoría de vosotros seguro que asocia el término emprender con el mundo de los negocios y tenéis bastante razón, pero también es cierto que esta actitud va más allá del plano económico-financiero. Vivimos en un entorno muy cambiante, lo cual nos obliga a reinventarnos constantemente a lo largo de nuestras vidas. Enseñar a los estudiantes a tomar decisiones o resolver problemas desde una edad temprana parece más necesario que nunca. No hay que olvidar que los educadores tenemos la responsabilidad de preparar a nuestros jóvenes de la mejor manera para el futuro incierto que enfrentarán.
Desde hace unos años han empezado a proliferar en los centros escolares diferentes propuestas relacionadas con el emprendimiento. La mayoría de estas actividades se centran en la creación de empresas por parte de los estudiantes, intentado reproducir un escenario lo más real posible, según las posibilidades de cada proyecto. Básicamente el proceso nace con una idea de negocio que se va madurando con la supervisión directa del tutor y puede llegar hasta la puesta en marcha de la propia empresa. Este tipo de educación, al exponer al estudiante a constantes disyuntivas, promueve en ellos la creatividad, el pensamiento crítico, la resiliencia, la toma de decisiones, el desarrollo de habilidades y por supuesto, repercutirá positivamente en la autoestima de los participantes. También si los proyectos se desarrollan por equipos, podremos hablar de una mejora de los vínculos sociales entre compañeros como la empatía, respeto, colaboración, diversidad o solidaridad.
Diversos estudios confirman que estas actividades implantadas y dirigidas de forma óptima generan múltiples beneficios en los menores, independientemente de la cuenta de resultados de sus planes de negocios. Además, podemos afirmar que si los talleres discurren de manera didáctica, participativa y entretenida se convertirán en una experiencia que los pequeños recordarán toda su vida. Más aún, promover una cultura emprendedora en los centros escolares nos permitirá construir una sociedad más innovadora y creativa que facilitará el desarrollo sostenible que tanto anhelamos.
