La mayoría de las personas que han oído el nombre de nuestra Asociación seguramente no conocen su significado. Tienen razón, es poco común. No intentéis buscarlo en la RAE porque no está. En un primer momento pensábamos que esto podría suponer un inconveniente para nuestros fines pero instantes después nos dimos cuenta del tipo de organización que queremos llegar a ser. Lo más sencillo hubiera sido poner algún nombre común que hiciera referencia a nuestro campo de actuación o unas siglas que representaran a otro nombre más largo. Pero si algo nos ha demostrado la vida es que las acciones solidarias no hay que entenderlas sino sentirlas.

Podemos decir que Pichiriqui es una palabra que deriva de una pequeña ave llamada Mosquitero Común (Phylloscopus collybita) que popularmente es conocida como Pichirichi, sobre todo en zonas rurales y en el sur de España. En nuestro entorno familiar el término Pichiriqui se convirtió en un apodo cariñoso para designar a los más pequeños del hogar dada la similitud de comportamientos. Mi padre me decía así cuando yo era pequeño. Nunca lo he reconocido pero siempre me he sentido especial al oír esa palabra mientras saltaba de un sofá a otro o quería saber más de la cuenta. Posteriormente, con el paso de los años, un día salió de mi boca para llamar a mi hijo también así. Fue una reacción espontánea, sin meditarlo. En ese momento me di cuenta realmente de su significado: curioso, inquieto, atrevido y con muchas ganas de conocer el mundo que le rodea.

Pichiriqui hemos sido todos alguna vez. Nacemos con una gran vitalidad y una capacidad de aprendizaje asombrosa. Pero lamentablemente todavía existen muchos entornos donde los sueños y aspiraciones de los niños se rompen con facilidad, al igual que las alas de estas pequeñas aves. Esta iniciativa pretende recordarles que nacieron libres y con alas, es más, queremos que esas alas les crezcan y aprendan a volar hacia donde ellos quieran. Esperamos que ahora comprendáis porque escogimos este nombre.